Para ello, nos servimos de la Sexología, como ciencia que estudia a los seres humanos, como sexuados y en inevitable relación, y de la Pedagogía, como ciencia que estudia los procesos de enseñanza-aprendizaje vinculados a experiencias emocionales significativas.

En la fusión de estas dos ciencias encontramos las claves para poder ofrecer experiencias terapeúticas y de aprendizaje, para el encuentro y la convivencia entre mujeres y hombres;  desde la infancia, pasando por la adolescencia y la edad adulta hasta los últimos años de la vida.

Tanto la Pedagogía y sus cuestiones didácticas y prácticas del proceso de ensenñanza-aprendizaje, como la Sexología y sus ideas y estudios sobre los sexos y su forma de encontrarse, nos han facilitado un marco de trabajo donde encontramos las claves para vivir nuevas experiencias de convivencia más satisfactorias. Estas nuevas herramientas y actitudes, que pueden ser de ayuda tanto a nivel individual como de pareja o familiar, facilitan la construcción de contextos proactivos para encontrar las soluciones que, de un modo sencillo, ayuden a alcanzar altas dosis de armonía y comprensión de nuestras vivencias sexuadas.