Habitualmente, en nuestro trabajo cotidiano nos encontramos con familias, muy implicadas en la educación de sus hijas e hijos, que buscan siempre maneras de mejorar en su artesanía educativa. Escuchamos a madres y padres que tienen la certeza de que la sexualidad es muy importante, y que se preguntan cómo hacer una buena educación sexual con perspectiva global. Una educación sexual que nunca tuvieron o que, en el mejor de los casos, fue confusa y un poco torpe. Por eso las familias, queriendo ofrecer esas oportunidades que nunca tuvieron, ponen un empeño especial en buscar información de calidad sobre cómo hacer una nueva educación sexual.
Contenidos
Educación sexual en la escuela
Entre tanta información, es difícil para las familias distinguir cuál es la educación sexual que pueden hacer en casa y cuáles son los contenidos que deben ofrecerse en las escuelas de forma sistematizada y profesional. Esta sería una tarea propia de profesionales de la sexología y la pedagogía. Y el papel de las familias sería solicitar desde las AMPAs programas de educación sexual para sus escuelas. Pero la cuestión en la que nos queremos centrar aquí es la posibilidad que tenemos de hacer educación sexual desde las familias.
Qué es la educación sexual en familia
La educación en la familia es, ante todo, la transmisión de valores que consideramos importantes y deseables. Y lo mejor que podemos ofrecer, al menos desde la educación, son sin duda nuestros propios valores, nuestras propias ideas, nuestras propias experiencias. Y este es el punto de partida que nos abre una perspectiva diferente para un nuevo enfoque de la educación sexual, que además podemos hacer desde casa de manera sencilla. La educación sexual desde la familia, por tanto, será la transmisión de nuestro propio sistema de valores sexuales. Y ahora, seguramente os preguntaréis: Pero,¿Cuáles son mis valores sexuales? Aquí comienza una interesante exploración.
Desde la sexología decimos que el sexo, en sí, es un valor, lleno de muchos valores deseables y atractivos para todo el mundo. El sexo es un valor lleno de ventajas. Acercarse a pensarlo y conocerlo merece la pena. Y un valor es algo que podemos cultivar, desarrollar, enseñar y promover.
Claves para empezar a hacer educación sexual en casa
Las preguntas que tantas madres y tantos padres enseguida nos plantean, giran en torno a las cuestiones de cuándo hablar de sexualidad y cómo hablar de sexualidad, esperando, muchas veces, una respuesta tipo para cada situación y cada edad. Existen otras preguntas distintas que pueden darnos más pistas para hacer educación sexual. Las que nos acercan a descubrir cuáles son nuestros valores sexuales. Esas preguntas no giran en torno a cuándo y cómo, si no al qué. Por eso, como punto de partida, me gustaría invitaros a dedicar tiempo a reflexionar en familia, o debatir en pareja, sobre esta cuestión: ¿Qué es lo que quiero contar a mis hijos sobre el sexo y el amor?
Las respuestas para hacer educación sexual
Comenzando con esta pregunta principal, podemos ir tirando del hilo para encontrar respuestas y avanzar en la propia reflexión, descubriendo así nuestro propio sistema de valores sexuales. Y la mejor forma de encontrar buenas respuestas es formulando buenas preguntas; las que habitualmente no nos hacemos, las que nos hacen pensar sobre las cosas sencillas del sexo y el amor. Aquí os damos algunos ejemplos, ordenados en 3 grandes temáticas, que os pueden ayudar en vuestro caminar:
Sexualidades y sexuaciones
Para comenzar: ¿Qué idea tengo y quiero transmitir a mis hijos de lo que significa ser una mujer? ¿Y un hombre? Y, por tanto, también ¿Qué es ser niña o niño? ¿Cuál es la diferencia principal y cuales las similitudes? ¿A qué me refiero cuando hablo de femenino y masculino? ¿Cuántas formas hay para ser mujer u hombre, de ser niña o niño? ¿Cómo lo vivimos nosotros? ¿Cómo lo estarán viviendo mis hijos? En definitiva, ¿Qué es la sexualidad y cómo yo la entiendo?
Eróticas, placeres e intimidades
Para continuar: ¿Qué pasa cuando dos se aman? ¿Cuándo nadie les ve y están en intimidad? ¿Cuándo comparten sus cuerpos, sus ideas, sus emociones? ¿Qué pasa cuando nosotros nos amamos? ¿Cuáles son los ingredientes necesarios para que esa experiencia sea agradable? ¿Qué es el placer y cómo lo encontramos? ¿Hay unas relaciones más deseables que otras? ¿Cómo las vivimos nosotras? ¿Cómo las estarán viviendo mis hijas? Y, en general, ¿Qué quiero contar sobre la erótica y los encuentros íntimos?
Parejas y procreaciones
Para seguir pensando: ¿Qué proyectos pueden o desean crear dos que se aman? ¿Qué idea tengo sobre la diversidad de parejas o de familias? ¿Cómo sería convivir de un modo apetecible? ¿Qué sería necesario? ¿Cuántas formas de procreación existen? ¿Tienen unas más valor que otras? Y la, en ocasiones, tan temida pregunta ¿Cómo se crea un ser humano? ¿Cómo se han creado nuestras hijas e hijos? ¿Cuál es su historia o la historia que les quiero contar sobre su creación?
En definitiva,¿Qué valores me encuentro en todas y cada una de las vivencias por las que mi hija va a transitar para andar el camino de niña a mujer?¿O mi hijo, de niño a hombre?¿Y de las niñas y las mujeres, y de los niños y los hombres con los que mis hijas o hijos se encuentren en su recorrido? Grandes preguntas con respuestas muy diversas.
Promoción de valores sexuales en las familias
Estas son algunas preguntas a las que, como madres y padres, merece la pena dedicar tiempo. Y puede que algunas de ellas nos lleven a otras, y que otras requieran de más conocimiento y nos lleven a estudiar sexología, un poquito, para entender mejor realidades que resultan lejanas. Lo que es seguro es que en cada familia encontraréis unos valores, todos diferentes como es la diversidad humana. Todas estas preguntas y sus respuestas nos introducen de lleno en la admirable tarea de transmitir a nuestros hijos y a nuestras hijas el valor de lo sexual como lo humano de cada vivencia y convivencia.
Sabiendo que toda vivencia y convivencia supone un riesgo, la promoción de valores siempre será la mejor de las maneras de prevenir los problemas que tantas veces escuchamos cuando oímos hablar de sexualidad en los medios. Esta será, sin duda, una perspectiva que quizás nunca nos enseñaron, un nuevo enfoque para hacer una nueva educación sexual en el siglo XXI.
¿Te atreves a probar? No dudes en compartir tus experiencias con nosotros. Nos encantará conocerlas.